Capítulo 83 Ella espera que yo viva 

Se podía oír el sumo terror en la voz de Maya y jamás había presenciado que se comportara de esa forma. También acababa de mencionar a su bebé, pero ¿de cuál hablaba? No me lo dejó en claro, pues después se escucharon unos tarareos antes de que se desconectara la llamada; no esperé un segundo más y le llame a Gabriel para pedirle que investigara la ubicación de Maya, ya que él había instalado previamente un sistema de rastreo en el celular de Maya, al igual que en el mío, para saber dónde estábamos en caso de que algo ocurriera. Yo había cambiado celulares, pero ella seguía usando el mismo de antes y fue por eso que Gabriel logró localizarla en poco tiempo.  Al llegar, lo único que vimos fue que Maya estaba tirada sobre el piso con un charco de sangre debajo de ella y había vidrios rotos esparcidos por doquier; sentí cómo se me apretaba el pecho cuando presencié esa escena y me dirigí corriendo hacia ella, quien abrió lentamente los ojos después de sentir un poco de calor. Su mirada reflejaba su desesperanza, como si acabara de vivir una experiencia de vida o muerte y me causó tanto dolor verla en ese estado que decidí acurrucarla entre mis brazos. Ella me sostuvo con fuerza de la manga y balbuceó.