Capítulo 422 La llegada de Leonardo

—Señorita Esquivel, no hay integridad absoluta en este mundo. Soy, en efecto, la fiscal, y a través de todos estos años he ayudado a revelar la verdad de los casos que tomo. También me he encontrado con amenazas provenientes de aquellos con poder e influencias, pero nunca les temí. Y no es que no tenga miedo. En realidad, no tengo nada que perder. No sé si has escuchado la frase: «Ten cuidado con aquel que no tiene nada que perder». —Mientras ella hablaba, pude ver la tristeza de sus ojos. «¿Por qué estará triste?», me pregunté. Justo antes de que pudiera darle una respuesta, de repente continuó—: La razón por la que me convertí en fiscal fue para poder ayudar a aquellos que sufren injusticias, como las que pasó mi madre un tiempo atrás. —De repente, hizo una pausa antes de agregar—: ¡Divago! No te preocupes. Daré lo mejor en el caso de Charo. Haré lo que pueda, pero no tengas grandes esperanzas, porque no hay mucho que pueda hacer. —Asentí y le agradecí, y ella añadió—: Sé que Camila es inocente, pero dado que Nicolás la quiso poner entre barras, decidí ayudarlo.