Capítulo 129 Un accidente automovilístico
Santiago me mimaba y recibía estabilidad de su parte, pero jamás había sentido que él me mostrara eso llamado «amor». No fue hasta ese punto que yo, la persona que solía ser muy tolerante en las relaciones, comenzaba a volverme prepotente e impaciente cuando exigía respuestas del hombre que amaba. Yo solía seguir a las espaldas de los demás bajo mi propia voluntad y yo no podía volver a ser ese tipo de persona, pero esto no cambiaba nada porque no había diferencia alguna entre la manera en que iba detrás de Santiago a como yo solía hacerlo con Nicolás; en aquellos días, me casé con él y lo conseguí, excepto por su amor; ahora tenía a Santiago, pero él era tan frío conmigo como una roca.
Santiago me miró en ese momento con una mirada despejada e indiferente, lo que causó que el miedo empezara a acumularse dentro de mi corazón. Yo había cometido un error y estuve equivocada desde un inicio, eso fue haber sido tan terca en pedirle a él que estuviera conmigo y esperar a que él fuera recíproco con mis sentimientos. Quería decir algo cuando abrí mi boca, pero tampoco podía sacrificar mi autoestima para poner en duda sus sentimientos por mí una vez más; todo se volvió muy claro de repente, pues no había gozo ni descontento, lo único que quedaba al final era mera ironía. Ante eso, dibujé una sonrisa falsa en mi rostro y cambié de tema cuando pregunté:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread