Capítulo 270 El guardaespaldas que arriesga su vida
Me quedé parada junto a Santiago, inquieta, mientras él apoyaba las sábanas limpias sobre la cama. De repente, me sacó el vaso de la mano y salió de la habitación. «¿Irá a servirme más agua?», me pregunté. Sin perder tiempo, recuperé el frasco de analgésicos de entre las sábanas mojadas y lo guardé en mi bolso. Santiago volvió enseguida con el vaso lleno, así que actué con la mayor naturalidad posible y tomé el vaso como si no hubiera pasado nada. A continuación, el hombre cambió las sábanas con facilidad, se sentó en la cama y elevó una mano para pellizcarme la mejilla.
—Toma una siesta. Iremos a la residencia Hayes cuando despiertes y mañana volveremos a Bristonia.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread