Capítulo 622 Mis sentimientos por Santiago
Ezequiel se adelantó y contestó en japonés, y se comunicaron. Sin embargo, yo no sabía de qué estaban hablando. Se escuchaban risas desde el interior, y Ezequiel parecía hacer muy feliz a la anciana. De repente, el sonido de una campana sonó en mi oído. Miré la muñeca de Ezequiel, donde una campana de oro y otra de plata sonaban con fuerza con sus movimientos.
A le largo de este viaje, estas dos campanas rara vez sonaban. No les había prestado atención, pero ahora sonaban con frecuencia y crudeza.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread