Capítulo 546 Lo siento, Eze
La familia Esquivel era muy adinerada y famosa en Bristonia, vivía en una mansión extravagante rodeada por un muro de ladrillos blancos. Tomaba alrededor de tres minutos llegar desde el muro hasta la entrada de la residencia. Del otro lado, había otras residencias de personas adineradas, todas en terrenos propios, entre los que se formaban calles y callejones. Al final de un callejón estrecho había un chico, sentado con la cabeza enterrada entre las rodillas. Me acerqué corriendo, con lo que la campanita en mi cuello no dejaba de tintinear. Al escucharla, el chico levantó la cabeza para mirarme. Su rostro era hermoso, pero estaba cubierto de heridas.
—¿Te lastimaron? —pregunté.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread