Capítulo 493 Verdades
Santiago había salido de la ciudad y no había respondido mis llamadas, pero lo que me preocupaba del incidente era que había recogido a una mujer desconocida en el camino. Cuando José me lo había informado, había entrado en pánico de repente, pero creía que Santiago no era capaz de hacer algo que me rompiera el corazón. No obstante, lo conocía demasiado bien: jamás se adaptaba a ninguna mujer, y mucho menos hacía un viaje así solo para buscarla. No podía dejar de pensar en el tema ni arrancarlo de mi mente, pero tampoco podía cuestionarlo, porque, si lo hacía, me iba a acusar de perseguirlo. Por ende, hice de cuenta que nada había pasado.
Cuando llegó a casa, me recosté en su pecho y él se comportó con mucha ternura, por lo que no mencioné a la mujer, sino que solo le dije que lo había rastreado. Él no se molestó en explicarme el asunto, y eso me puso más nerviosa todavía. Como si nada, cambió de tema. Sin poder quitarme de encima la sensación de temor que me invadía, decidí arrebujarme entre sus brazos sin nombrar a nadie más. Al final me quedé dormida y, cuando me desperté, noté que él aún estaba en la misma posición que antes. ¿Podía ser que estuviera siendo demasiado paranoica? Me advertí a mí misma que no debía pensar de más. Sin perder tiempo, me incorporé y lo besé en la mejilla.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread