Capítulo 393 Arduo de anular
Tanto a Emilia como a mí nos pareció conocida la voz, pero la teníamos en la punta de la lengua. Tras darnos prisa para averiguar quién era la dueña de la voz, descubrimos que el nombre «señorita Ocho» que Blas había gritado anoche ¡no era ni siquiera su nombre! Era Ariadna Mora, la abogada.
Sentadas las dos frente a Ariadna, Emilia sonrió y dijo:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread