Capítulo 389 Estoy acostumbrado a estar solo
El cielo nocturno estaba plomizo, al igual que la expresión de Maya. De repente, Silvio Lebrón la tomó de la mano y le habló a Raúl en un tono seco:
—Aunque solo sea un juego de Verdad-Consecuencia, tu accionar está incomodando a mi querida esposa. Deberías tener límites. —La primera persona en defender a Maya fue Silvio. Luego de resoplar, Raúl le reprochó:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread