Capítulo 385 Cariño mío
—Sí, es Tanya —admitió José. La mujer a la que amaba se había referido a él como «perro». Sin embargo, su apasionado anhelo y su tenaz persecución de ella le valieron esa respuesta, que era la palabra más tortuosa que un hombre pudiera tolerar. Cuando ladeé la cabeza, vi a Tanya sentada detrás de mí con una cerveza en la mano. El calor del fuego le había sonrosado las mejillas. Con todo, parecía distinta de su aspecto habitual.
Era el arquetipo de joven adinerada y que desde su nacimiento se hallaba en la cumbre de la escala social. Además, era hermosa y tenía una personalidad arrolladora. Sin embargo, Tanya se había enamorado sin remedio de otra persona y no tenía sitio en su corazón para nadie más. Su sarcasmo inagotable, de todos modos, transmitía la sensación de que era una mujer intrépida y segura de sí misma, a la que le importaba poco lo que otros pudieran pensar de ella. Ese tipo de mujeres eran las más difíciles de tratar, porque no tenían debilidades ni miedos. Yo la detestaba en algunos aspectos, pero nunca había cruzado la línea con su comportamiento para que tuviera que tomar medidas drásticas. Lo que sí, esa lengua mordaz no le fallaba en ninguna oportunidad que se le presentara para hablar mal de mí. Como no respondí, José se arrodilló a mi lado y dijo—: Es una persona desinteresada y estupenda que antepone las necesidades de su mejor amiga y del señor Genova a las suyas. Su problema es que nadie la comprende.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread