Capítulo 370 Suya por cien años
Oír de su boca las palabras «señora Genova» me generó una sensación complicada y amarga, en especial al mirar dentro de sus ojos oscuros. Como un tentador remolino, esos ojos me jalaban hacia adentro y me sofocaban, me impedían liberarme y entregarme por propia voluntad para ser prisionera de su corazón. ¿Pero no era un momento inadecuado?
—¿Cómo podría ser la señora Genova? —pregunté con vacilación. Santiago frotó con los dedos la pulsera que yo tenía en la muñeca mientras murmuraba:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread