Capítulo 258 Separémonos
El grupo de conversación que había creado Lucas estaba compuesto, en su mayoría, por gente conocida de Santiago. Dejé el teléfono y miré por la ventana el cielo, que estaba encapotado y daba la impresión de que pronto iba a llover. Exhausta, me recosté y cerré los ojos para dormir. Cuando me desperté, alrededor de las tres de la tarde, me cambié de ropa para ir a visitar a Maya a la ciudad. Llegué allí bastante tarde y fui al hospital, donde encontré a mi amiga en su habitación, mirando por la ventana con expresión ausente.
—¿En qué piensas? —pregunté ni bien entré. Ella disimuló y giró para mirarme y, cuando me acerqué y me senté a su lado, estiró el brazo buscando mi mano. En ese momento me di cuenta de que estaba algo deprimida, así que tomé su mano llena de cicatrices y le pregunté—: ¿Qué pasa?
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread