Capítulo 254 ¡Los dos hombres se pelean!
Mientras yo reflexionaba, Lucas comenzó a hablar otra vez.
—Al regresar a Bristonia, Santiago me contó que te había apuñalado. Tú lo conoces; antes se echaba la culpa por todo lo que pasaba y sufría solo, pero esta vez... Tenía miedo de que tú pensaras mal de él —me explicó. Al parecer, Santiago le había contado todo a su empleado para que lo ayudara a aclararme las cosas. Cuando le dije a Lucas que Armando le había ordenado a Santiago que me apuñalara ese día, se quedó en silencio un momento y luego repuso con seriedad—: Como líder de la TM, Armando le enseñó a Santiago muchas habilidades prácticas, pero es celoso y despiadado y jamás permitiría que otra persona tuviera poder sobre él. Por eso Santiago debía demostrar que no le importaba tu vida; ¡solo te apuñaló para aplacar los celos de Armando! —Hizo una pausa y luego agregó—: Quizás por el hecho de que tú eres de la familia Genova ese desgraciado se aguanta las ganas de hacerte daño, pero si ve que eres importante para Santiago, no tendrá reparos en perjudicar a tu familia. ¿Me sigues? En esa situación, ¡él debía demostrar que no le importabas para que los celos de Armando no impidieran que dejara ir a una Genova! —¿Entonces me había apuñalado para salvarme la vida? ¿Y yo había estado triste todo ese tiempo solo por gusto? No podía aceptarlo. Que me hubiera hecho daño por mi propio bien, para salvarme, lo dejaba en la misma situación que Nicolás en el pasado. Lucas notó que estaba perdida en mis pensamientos y levantó la mano para darme un golpecito en la cabeza—. ¿Todavía crees que es su culpa? Dadas las circunstancias, ¡no tuvo más opción que proteger tu vida! Tú fuiste apuñalada, sí, pero él también salió herido. ¡Estaba tan triste como tú! Reina, todos nos damos cuenta de lo que él siente por ti. Eres su único amor y te adora. Tenía mucho temor de que salieras lastimada, de que estuvieras mal por su culpa y de que sufrieras sola en silencio. —Estaba haciendo un gran trabajo como mediador. Cada una de sus palabras me llegó al corazón y removió todas las emociones que tenía dentro. Apenada, cerré los ojos por un momento y él aprovechó para continuar hablando con tristeza—. Tienes los ojos enrojecidos, eso quiere decir que aún te importa.
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