Capítulo 232 Santiago es todo un salvaje
«¿Llorar?», pensé mientras limpiaba la orilla de mis ojos y sentí la humedad en ellas. Respondí con una sonrisa, restándole importancia diciendo:
—Tampoco sé por qué estoy llorando. Tal vez sea por todas las cosas deprimentes que han ocurrido en estos días. —Suspiré al ver que Santiago podía detectar con facilidad mi mentira. —Todo lo que deseo es tu amor, pero es tan difícil tenerlo. Incluso tu madre ha…
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