Capítulo 113 Secuestro
El hombre sin camisa y con vendas blancas alrededor de su musculoso cuerpo de pronto bajó las escaleras y parecía que caminaba hacia mi corazón con cada paso que daba, lo cual me agitó un poco el corazón. Volteé la mirada y le dije a la ligera:
—Qué guapo eres, Santi. —Se lo he dicho muchas veces. Tras pausar, fingí parecer melancólica al añadir—: No hay mujer a la que no le guste un hombre apuesto. No te lo tomes personal, Santi. ¡Me aseguraré de tener cuidado a la próxima!
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread