Capítulo 28 La persecución incesante de Nicolás
Estaba lloviznando en Bristonia, pero la bufanda de Cristóbal me protegía de todo. Su gentileza me conmovió, pero, al mismo tiempo, me sentía abrumada de tristeza. Quería preguntarle por qué me había mentido aquel día. Sin embargo, ni siquiera había terminado de llamar su nombre cuando Nicolás me interrumpió de repente. Me giré con sorpresa y lo vi parado bajo la lluvia, con todo su cuerpo empapado. Me quedé sin palabras. Por otro lado, Cristóbal fue oportuno y explicó:
—Olivia se metió en problemas y la señorita Esquivel nos trajo de vuelta.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread