Los ojos de Santiago se iluminaron de emoción cuando dijo:
―Esa es una muy buena idea. Estamos hablando de trescientos. Esos accionistas harán un gran alboroto una vez que se enteren. Probablemente enviarían a Mateo a la cárcel cuando se enteren y solo tenemos que vigilar a Sasha para asegurarnos de que no se involucre en esto. Para cuando Mateo esté en prisión, sería demasiado tarde para que intente vender sus acciones.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread