Capítulo 5 ¡Es un Maybach!
La casa de Sasha se encontraba en Eastbury, un área vieja muy deteriorada de Eastcliff. En Eastcliff, a los Coronel se les consideraba una familia pequeña con un patrimonio neto de no más de mil millones.
Santiago Coronel, el padre de Sasha fue el competidor más poderoso de la familia Coronel. Sin embargo, solo tenía dos hijas y ningún hijo, así que perdió el derecho de pelear por la posición de jefe de la familia. Después, Jaciel Coronel, su hermano menor, quiso arrebatar el resto de la riqueza de los Coronel de las manos de Santiago. Cuando su padre, Don Coronel, se enfermó gravemente, él inventó la excusa de conseguirle a Sasha un esposo que viviera con ellos para alejar la mala suerte y la forzó a casarse cuando se acercaba a una edad adecuada.
En ese entonces, Sasha era conocida como la mujer más hermosa de Eastcliff. Cuando la noticia se dio a conocer, cientos de hombres se presentaron como candidatos. Al final, ella eligió a Mateo, un hombre que lucía honesto y de quien desconocía sus antecedentes de su familia, solo porque no planeaba tener ningún tipo de contacto físico con él. Una persona modesta quien se entregará a ella era la decisión más adecuada a comparación de otros hombres que eran ambiciosos. La salud de Don Coronel mejoró después de que Mateo se casó con Sasha. Sin embargo, Jaciel se aprovechó de la situación y atacó a Santiago de nuevo, esta vez afirmando que la fortuna bajo el nombre de Santiago caería en manos de otra familia ahora que Sasha estaba casada.
Y así, Santiago y su familia cayeron bajo cuando Don Coronel tomó de vuelta las propiedades de los Coronel que estaban bajo el nombre de Santiago. La casa enorme y espaciosa en la que vivían pasó a manos del hijo de Jaciel, quien sería el futuro heredero de la familia Coronel. Como consecuencia, la familia de Santiago no tuvo otra opción más que mudarse a esta zona antigua, en un piso de tres habitaciones de apenas cien metros cuadrados; una diferencia dramática comparada a lo que solían tener. Bajo esas circunstancias, Mateo se volvió una molestia y lo culparon por la situación de la familia. Además, la cobardía de Mateo los volvió el hazmerreír en todo Eastcliff. Como Elena siempre decía: «Si no fuera por ese inútil de Mateo, Sasha estaría casada con alguien de familia adinerada y habría logrado cosas grandes».
En los últimos 3 años, Mateo había sido como un niñero que cuidaba de la familia con humildad, pero ellos nunca dejaron que Natalia entrara a la casa. Incluso se quedaron con su salario de 3 años y se negaron a darle un centavo cuando Natalia se enfermaba. Además, Sasha lo acababa de traicionar. ¿Cómo era posible que alguien pasara por todo eso?
Cuando por fin llegó a la entrada de su comunidad, Mateo se esforzó por mantenerse calmado. Aunque estaba furioso, necesitaba averiguar lo que Sasha había hecho y lo que estaba pensando. Esta antigua comunidad no tenía carreteras amplias y no podía entrar con el auto, así que lo estacionó afuera y entró a la zona caminando. Cuando estaba a punto de subir las escaleras, dos figuras aparecieron en la parte de arriba; eran los mismísimos Santiago y Elena. Al ver a Mateo, el rostro de Santiago se puso serio y sacudió su cabeza hacia un lado, mientras que Elena tenía una expresión de furia y le gritó:
—Mateo, ¿en dónde has estado todo el día? No cocinaste ni lavaste la ropa. ¿Qué vas a hacer al respecto?
Mateo frunció el ceño, pero después de un segundo se calmó. No quería desprenderse de los Coronel por completo sin descubrir lo que Sasha había hecho.
—Limpiaré enseguida —dijo con resignación.
—¡Olvídalo! —gritó Elena—. Sasha regresará pronto. ¡No te dejaré ir si llegamos tarde a recogerla!
Mateo agachó su cabeza. Después de esos años, ya estaba acostumbrado a esos comentarios.
—¿Dónde está el auto que te pedí que pidieras prestado? —gritó de forma impaciente mientras bajaba las escaleras.
—Yo...
Justo cuando Mateo abrió su boca para hablar, Elena comenzó a reprenderlo de nuevo.
—¿Alquilaste otro auto de nuevo? ¿No puedes ser más considerado por Sasha? Ella es un alto directivo en su empresa, y cada que regresa de un viaje de negocios, la recoges en un auto alquilado. ¿Siquiera pensaste en su reputación? Por dios, Mateo, ¡eres el imbécil más inútil que he conocido en mi vida! ¿No puedes dejar que Sasha tenga una buena imagen por una vez? Olvídalo. Es cuestión de tiempo que yo muera de frustración al lidiar contigo. Ya he llamado a tu cuñado Liam. Llegará pronto en su Accord. No olvides ser amable con él cuando lo veas después. ¿No te da vergüenza importunarlo todo el tiempo? —
Las palabras de Elena salieron como ametralladora y dijo todo sin darle oportunidad a Mateo de decir algo. Él decidió no decir nada pues estaba acostumbrado a ese trato después de todos esos años. En poco tiempo, llegaron a la entrada de su comunidad y vieron un Honda Accord conduciendo hacia ellos. Elena agitó su mano en seguida, indicando hacia el auto que se acercara, pero éste pasó frente a ellos y se detuvo del otro lado.
—¿Qué está sucediendo? ¿Acaso no nos vio? —preguntó Elena con sorpresa.
El auto de José estaba estacionado justo a un lado de ellos.
—No fue porque no nos vio, ¡fue porque pasó frente a este auto! —dijo Santiago en voz baja mientras observaba el auto.
—¿Pasó frente al auto? ¿Por qué? —preguntó Elena con curiosidad.
—Es un Maybach con un motor V12 que cuesta tres millones. Además, es obvio que este vehículo está modificado. Tomando todo esto en cuenta, no cuesta menos de 5 millones. Si le hace un solo rasguño, no podría pagarlo incluso si vende su Accord.
Los ojos de Santiago brillaron con anticipación mientras le explicaba a Elena. El auto de Don Coronel también era un Maybach, pero había una gran diferencia en comparación entre ellos. Incluso Elena tenía una expresión de sorpresa en su rostro:
—No creo que nadie en esta comunidad pueda pagar un auto así de lujoso.
—Puede que no sea de alguien que vive aquí. Puede ser uno de sus conocidos. —Santiago pausó por un segundo antes de hablar voz baja—. Pero, para ser un conocido de alguien que conduce un auto así de lujoso, ¡en definitiva tampoco es una persona ordinaria!
En ese momento, un hombre con el cabello rapado salió del Accord; era el cuñado de Mateo, Liam Hurtado. Elena le sonrió de inmediato mientras decía:
—¡Liam, lamento mucho molestarte de nuevo!
Liam se giró para mirarlos con una cara de orgullo luego de mirar al Maybach con envidia. Incluso si él no podía pagar un auto tan caro, ¡él seguía siendo mucho mejor que Mateo!
—Suegra, ¿de qué habla? Somos una familia, ¡no hay razón para ser tan corteses! —Liam le lanzó una mirada burlona a Mateo y continuó—. Mateo, solo puedes llamarme si necesitas usar el auto. ¿Por qué siempre estás molestando a mi suegra para esto?
Mateo agachó su cabeza y no dijo nada. Liam era un matón que se hizo empresario después de empezar a trabajar en una empresa. Aunque él estaba casado con Demetria, la hermana menor de Sasha, sus ojos se llenaban brillo maligno cada que veía a Sasha. En privado, él insultaba a Mateo más a comparación de otras personas. Cada que había una reunión familiar, hacía el mayor esfuerzo para mostrar su superioridad con el fin de burlarse de Mateo, además de presumir apropósito frente a Sasha. ¿Cómo podría Mateo pedirle un favor a una persona así?
Al notar el silencio de Mateo, Elena se puso exasperada, como si él fuera una gran decepción.
—¿Por qué te quedas en silencio en lugar de agradecer a Liam?
Liam miró a Mateo con alegría y éste respondió con un ceño fruncido mientras decía en voz baja:
—Suegra, yo tengo un auto, así que no necesito agradecerle.
—¿Qué... qué tipo de auto tienes? —Elena se sorprendió y después le gritó furiosa—. Deberías usar un auto mejor para recoger a Sasha del aeropuerto. ¿Conseguiste otro auto barato de nuevo? ¿Podrías ser más considerado con Sasha, por favor?
—Es verdad, Mateo. Después de todo Sasha es un alto ejecutivo en su empresa. ¿Por qué no le pierdes amor al dinero y solo compras uno? No puedes seguir trayendo a Sasha a casa en el auto de otro hombre.
—No te preocupes por ello. De ahora en adelante, ella no necesitará viajar en el auto de otro hombre —contestó Mateo con seriedad.
Liam se rio y se burló de él:
—Cualquiera puede alardear, ¡pero la cuestión es si tienes la habilidad! —Liam le dio un golpe a su propio Accord y se rio—. Aunque no es caro comprar un auto, necesitas al menos doscientos mil o trescientos mil. Mateo, escuché que solo necesitas trescientos mil para salvar la vida de tu hermana, así que, ¿quieres comprar un auto o una vida?
—Eres una gran decepción, Mateo. Sigues alardeando a pesar de ser un inútil. Olvídalo, ¡no pondré mis esperanzas en ti esta vez! —Elena se giró hacia Liam con decepción—. Liam, ¡vamos al aeropuerto a recoger a Sasha!
—¡De acuerdo! —Liam estaba encantado porque quería tener más oportunidades para relacionarse con Sasha.
En ese momento, Mateo caminó hacia el Maybach, abrió la puerta y miró a Elena:
—Suegra, ¡será mejor si yo voy!