Capítulo 2876 Extrañas estatuas en la aldea

Tras detener a Cayetano y su banda, el príncipe heredero indagó brevemente sobre sus partidarios. Sorprendentemente, sus patrocinadores resultaron ser socios comerciales de la renombrada familia Durcal. Al oír toda la historia, frunció el ceño, no porque le preocuparan las represalias de dicha familia, sino por el asombro que le causaba ver lo bajo que podía llegar la gente por beneficios personales. —No es de extrañar que el príncipe heredero dijera que Serapis necesita una revisión a fondo. Puede parecer que está bien en la superficie, pero la corrupción es profunda. No respetan la dignidad humana —reflexionó antes de llamar a Danny.