Capítulo 2828 El té de Enzo para disculparse

«¿Mateo? ¿Un camarero?», pensó Enzo sorprendido. Si Mateo realmente fuera camarero, estaría más que cualificado para el puesto. Además, antes había ayudado a reforzar su influencia con la intención de asegurarse un favor. Afortunadamente, ahora podía ponerlo en práctica, pero para su consternación, su propio hijo lo había tratado como a un sirviente e incluso le había pedido que sirviera té. «Este hijo mío ha arruinado todos mis esfuerzos». —¡Papá, es él! Cuando entré por primera vez en el banquete, lo vi arreglando el jarrón. Deberías echar rápidamente a este sirviente. ¡Es una monstruosidad! —exclamó, intentando presumir delante de sus amigos y que Minerva viera lo poderoso que era su padre. Para lograrlo, alzó la voz unos cuantos tonos.