Capítulo 42 Sáquenlo y dénselo de comer a los perros
De repente, la expresión en el rostro de Timoteo cambió y le dio una patada a Javier.
—¡Por poco y me olvido de aclarar el asunto contigo! ¡Estabas tan callado! ¡Javier, cómo te atreviste a crear un conflicto entre el señor Lara y yo!
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