Capítulo 1005 ¡Basta, Mateo!

De los tres combatientes derribados, los que recibieron patadas en el pecho lo pasaron mejor porque sólo tenían las costillas rotas; simplemente los sacó de la pelea. Sin embargo, el hombre que recibió una patada en la barbilla perdió aproximadamente la mitad de sus dientes. Sangraba por la boca y estaba a punto de perder la vida. Todos quedaron desconcertados. «¿Por qué es tan despiadado con sus ataques?» Aun así, Mateo no dudó en darse la vuelta y lanzarse al ataque una vez más. En tres minutos, golpeó a más de diez empleados de Dylan. En cuanto al propio Mateo, no había signos de lesiones en su cuerpo. Con sus habilidades, le era extremadamente fácil luchar contra más de diez hombres. Fue sólo en ese momento que Dylan, inicialmente presuntuoso, se sorprendió. Poco después apareció una expresión de terror en su rostro. Mientras miraba conmocionado a todos sus hombres en el suelo, se dio cuenta de lo fuerte que era Mateo. Al mismo tiempo, se escucharon ruidos cerca de la puerta: Lucio tratando de escapar. No obstante, Mateo había cerrado la puerta y no había forma de que Lucio pudiera abrirla. Cuando Mateo se dio la vuelta para mirarlo, sus piernas comenzaron a temblar y tartamudeó: