Capítulo 2612 Horror a medianoche
Por suerte, Mateo había reservado un cuarto normal con una cama para cada uno. Miró a la niña que estaba sentada en la otra cama, acariciando con cuidado el cactus que tenía en la mano. Mateo se preocupó un poco, pensando si las espinas del cactus podrían lastimar los dedos de la niña. Pero después de mirar un rato, vio que no pasaba nada malo. Así que dejó que la niña siguiera jugando con el cactus.
—¿Cómo te llamas, niña? —preguntó Mateo.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread