Capítulo 234 Rómpela en tu cabeza si no puedes tomar

Los camareros del hotel trajeron las cervezas después de que Mateo y su familia se fueron. Si en verdad hubieran llevado todas las que había en el almacén, ni siquiera en una casa podría haber cabido todo. Jacobo y sus hombres estaban al borde de las lágrimas. Por lo que parecía, daba la impresión de que cada uno tenía que beber docenas o incluso cientos de botellas. No importaba cuán grande fuera la capacidad, nunca se podría beber tanto. —Fue el destino lo que provocó nuestro encuentro —dijo Tigre agarrando una botella de cerveza—. Pondré el ejemplo y todo depende de ustedes después. —Luego, se terminó la botella de un trago—. Espero que todos se diviertan bebiendo. Este es un regalo de mi jefe, así que espero que nadie lo desperdicie y se terminen cada botella. Si no pueden, se la rompen en la cabeza. Muy bien, ¡pueden empezar ya!