Capítulo 2107 Matar a la serpiente
Cuando todos los edificios desaparecieron, una densa niebla envolvió a Mateo, limitando su visión a menos de tres metros. Después de experimentar el extraño suceso, ahora estaba notablemente más sereno.
Justo entonces, un par de ojos de serpiente que brillaban en rojo lo miraron fijamente desde el interior de la niebla que había a sus espaldas.
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