Capítulo 311 El desastre de Lucas
Cuando me desperté aquella mañana, Santiago ya no estaba en la cama. Me apresuré a levantarme para buscarlo, pues temía que se hubiese marchado sin decírmelo, como ya lo había hecho. No fue hasta que oí voces que procedían del estudio, no muy lejos de allí, que solté un suspiro de alivio y me reproché mis ideas descabelladas: «¿Cómo había podido olvidar que él siempre cumple su palabra?
—Dante y David están en Finlandia, así que no puedes acompañarme en este viaje. Tienes que quedarte en Bristonia y cuidar a Reina.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread