Capítulo 560 ¿Me amarías igual?
El hecho de que Santiago tuviera que quedarse un día en Aselia significaba otro día más para pasar tiempo con él. La emoción y la alegría florecieron en mí al tiempo que le besuqueaba la mejilla antes de prepararle el desayuno.
Hice una taza de café, sándwiches de huevo y tocino y sopa de calabaza para él. Viendo que estaba de humor para cocinar, decidí llenarle el estómago hasta el tope porque no había tocado los cubiertos para nada la noche anterior y se había dormido justo después de hacer el acto. En retrospectiva, me había vuelto perezosa luego de divorciarme de Nicolás. Hasta me convencí de que no sabía cocinar. La persona que antes endulzaba a Nicolás ahora saboreaba el amor inagotable de Santiago.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread