A la mañana siguiente, Lin Fan fue a comprar víveres. Por supuesto que eso era solo una excusa porque luego de estacionar su motocicleta eléctrica en un mercado aleatorio, se subió de inmediato al auto de Xu Longxiang, quien lo había esperado durante bastante tiempo. Él pensaba que nadie lo descubriría, pero, de manera inesperada, Bai Yi presenció todo por casualidad ya que condujo de regreso porque se olvidó de llevar un documento.
—¿Lin Fan y Xu Longxiang? ¿Cómo es posible? —Estaba bastante confundida.
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