«¡Perdiste! ¡Vuelve! ¿Acaso eso no significa que ni la familia Lin puede ayudar a Lin Zekun?» El lugar se sumió en completo silencio cuando escucharon las palabras del anciano patriarca de la familia Lin y quedaron en shock total por el miedo. Permanecieron en silencio, conteniendo la respiración, en especial Lin Zekun, quien temblaba con violencia después de escuchar las palabras de su abuelo. Pudo escuchar con claridad la decepción y apatía de su abuelo en la voz del anciano, parecía estar muy decepcionado y sentía desprecio por el fracaso de su nieto.
—Abuelo, escúchame, todavía no perdí. Por favor, ¡dame otra oportunidad! —Tenía ganas de llorar mientras suplicaba con tristeza a su abuelo al otro lado del teléfono.
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