¡E...eh! En ese momento, el corredor se sumió en tal silencio que se podría escuchar caer un alfiler. Todos quedaron con la mirada clavada en el anciano que salía de la sala de operaciones de medicina china. Estaban pasmados con la boca abierta mientras miraban sin poder creer lo que tenían frente a sus ojos.
—Ese anciano parece ser el paciente que ingresó más temprano.
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