«¡¿Qué?!» Toda la familia Bai se quedó paralizada en el instante antes de que las expresiones en sus rostros reflejaran nervios. «¿El rey de la Prisión Sangrienta está interesado en Bai Yi?» Si ese fuera el caso, la familia Bai no estaría en graves problemas e incluso tendría la oportunidad de asociarse con una figura importante. Si Bai Yi pudiera ser la mujer del rey de la Prisión Sangrienta, la familia Bai sería invencible en China en el futuro. Casi de inmediato, el gran amo Bai se emocionó mientras su cara se ponía roja.
—¡Bai Yi, date prisa en dar las gracias al rey de la Prisión Sangrienta! Es tu mayor fortuna poder servir a su majestad en la cama —ordenó.
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