—Sin duda pedimos demasiado poco. Si hubiéramos sabido que el imbécil de Lin Fan era tan crédulo, habríamos pedido ochenta millones. ¡No! Deberíamos haber pedido cien.
Wang Youcai también estaba arrepentido, pues no esperaba que Lin Fan fuera tan generoso y les diera un cheque por cincuenta millones sin vacilar. Ese dúo sí que era algo de qué cuidarse; incluso después de estafar a alguien para que les diera dinero, de lo único que se arrepentían era de no haber pedido más. En verdad eran personas desvergonzadas y sin escrúpulos.
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