¡Guau! Bai Yi no era la única que estaba perpleja, Ye Chen y Chang Yuan también estaban sorprendidos. No podían creer que esa persona sería tan increíble como para salvar a Bai Yi con solo tirar una piedra contra la pared al mismo tiempo; requería mucha precisión y potencia en los brazos. De inmediato, los tres en la habitación se giraron rápido y miraron hacia la entrada. Fue allí cuando vieron aparecer de la nada a una figura donde antes no había nada. La persona era…
—¡Lin Fan! —Bai Yi, al ver a Lin Fan, sintió que se quedaba sin energía.
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