«¡El joven amo!» Al escuchar a Chang Yuan, Bai Yi se detuvo y su cuerpo dejo de moverse. Sin dudas, estaba en deuda con el joven maestro por lo que había sucedido la última vez. Si no hubiera sido por él, Yang Mingpeng la hubiera secuestrado, y nunca se hubiera convertido en la dueña de la Torre Constelación. En definitiva, le había hecho un gran favor. Además, Bai Yi siempre había querido conocer al joven amo para agradecerle en persona. Y la ceremonia fue la oportunidad para hacerlo.
—Bai Yi, el joven amo es un hombre muy ocupado. Si de verdad quieres agradecerle en Chang Yuan la persuadió para que se quedara.
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