Capítulo 295 No te estoy insultando

Bai Yi agarró con fuerza el brazo de Lin Fan, y siguió sacudiendo su cabeza mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Sabía que Lin Fan ya se había convertido en el enemigo de Leng Aotian después de que lastimó a su nieto, por lo que no quería que también ofendiera a He Lanshan. Si ofendía a ambos grandes maestros supremos, seguro moriría. Cuando vio cómo Bai Yi le suplicaba, sus labios se crisparon, y enterró en lo más profundo de su ser el ansia asesina que tenía. —¡Eh! Al fin, estos salvajes tienen miedo, ¿no? —He Jiaojiao sonreía de oreja a oreja; para ella, la familia de Lin Fan no era más que un grupo de salvajes ignorantes, de ahí que los mirara con desprecio—. Los dejaré ir ya que están tan asustados. ¡Ve, vieja bruja inválida! ¡Así es como deberían acabar las personas comunes y corrientes como tú! ¡Háganse a un lado, voy a ver al famoso glorioso doctor Lin para que me haga más bonita! ¡Ja, ja, ja! —He Jiaojiao se rio de Shen Yumei, y sujetó el brazo de su galán antes de entrar en el hospital.