«No te preocupes, yo no te mataré». Leng Bufan respiró con alivio cuando escuchó las palabas de Lin Fan. Al principio, temía que ese lunático estuviera cegado de ira y lo matara, pero ahora, sus amenazas habían funcionado ya que el canalla era cauteloso con su familia. Sin embargo, justo cuando estaba por decir algo, las palabras de Lin Fan lo dejaron atónito.
«Solo quiero…arruinarte». Esas palabras hicieron que sintiera el corazón en la garganta otra vez. «¿Arruinarme? ¿Cómo puede este maldito estar planeando…?» Tuvo una idea terrorífica y casi moja sus pantalones del terror.
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