—¡Ja, ja! ¡Golpéalo! ¡Mientras más fuerte, mejor! Cai Guofu no pudo completar su deber a pesar de haber recibido el dinero. Sería igual de aceptable si sus súbditos pueden hacerlo por él.
—¡Je, je! No puedo esperar a oír a ese desgraciado gemir de dolor.
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