¡Cómo puede ser! ¡Cómo diablos hizo este hombre para decirlo? Los secretos más profundos de Xu Yanhong y Huang Tao habían salido a la luz. Ambos se quedaron petrificados, tan boquiabiertos que ni siquiera se dieron cuenta que Lin Fan y Bai Yi se habían ido. Mientras Lin Fan y Bai Yi entraron al centro comercial, el rostro de ella demostraba que todavía estaba estupefacta. Bai Yi nunca se hubiera imaginado que Lin Fan le daría un golpe duro a la pareja de Xu Yanhong con solo unas palabras. Al ver sus caras de fastidio, por supuesto que le dio en el clavo.
—Lin Fan, ¿es cierto lo que dijiste? ¿Y cómo puedes saberlo? —Le preguntó Bai Yi mientras lo miraba fijamente con sus hermosos ojos llenos de curiosidad infinita.
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