«¿Al fin llegó a valorarme por lo que soy?». Huo Dongying se sintió satisfecho de repente. No podía rechazar a Wang Yalan, ya que necesitaba que ella hablara bien de él para ganarse el afecto de Xu Yourong.
—De acuerdo, señora Xu —dijo y procedió a hacerle una falsa promesa—. Llamaré a los médicos para ver si alguno tiene tiempo de tratar a la gran señora Jiang.
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