Capítulo 1780 El primero en irse

Samuel y los guardaespaldas estaban atónitos. No podían creer que Francisca no temiera ni a la manada de lobos ni a la pitón. Después de soltar un extraño sonido, la pitón se deslizó desde el árbol. Aterrados por su aproximación, los guardaespaldas retrocedieron de un salto. Sin embargo, la pitón no les atacó. En cambio, eliminó a todas las ratas que había delante antes de volver a desaparecer poco a poco. Después de dar un suspiro de alivio, Francisca bajó del árbol de un salto. De manera inesperada, pisó una roca y se cortó, lo que provocó un fuerte dolor en la pierna y la salida de sangre de la herida.