Capítulo 260 Antes o después de mí

Salieron a toda velocidad en su Aston Martin. Dante tenía una mano en el volante y la otra en la ventanilla, con un cigarrillo entre los dedos. Adriana se mantuvo callada, ya que tenía sentimientos encontrados sobre lo que acababa de suceder. Después de todo, era peligroso estar tan cerca de un hombre como Dante Licano. Él podía ver cada uno de sus movimientos y pensamientos. Estaba desnuda por completo frente al hombre, sin poder ocultarle nada. Era casi imposible que ella tuviera algún secreto a menos que él no estuviera interesado. Él era capaz de descubrirlo todo si quería. Por lo tanto, tenía que proteger el secreto de las pertenencias de su padre y asegurarse de que él nunca lo descubriera. Por suerte, a Dante no le interesaba, así que no le daría importancia. Justo cuando estaba perdida en sus pensamientos, sonó su móvil. Era la Señora Fresno. Después de ver a Dante, contestó la llamada.