Capítulo 340 No como un secuestro
Adriana miró a Fifí, que estaba tumbada en una almohada y dormía en la jaula. Si no se hubiera dado cuenta de que su pecho se movía un poco, habría pensado que estaba muerta.
«¿Quién le dio a Fifí alcohol?». Una mirada pícara pasó por la mente de Adriana. «¿Quién puede ser sino él?».
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