Capítulo 120 Mujerzuela
—Señor. Li... —soltó el gerente del hotel, pero de inmediato se mordió la lengua ante una aguda mirada de advertencia de Dante. Al darse cuenta de que casi había soltado el nombre de «Señor Licano», el gerente dejó escapar una enérgica tos antes de continuar—: ¡Todo lo que ha pedido está listo, Señor! Por favor, descanse bien. Hágame saber si hay algo más que necesite.
En ese momento, el gerente se retiró e incluso cerró la puerta tras de sí.
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