Capítulo 410 Trabajo, Trabajo, Trabajo
Mientras Adriana regresaba al salón principal, volteó varias veces para asegurarse de que Jasón no la estuviera siguiendo y solo bajó la guardia al ver que Jasón se quedó donde estaba. La experiencia le había enseñado que debía mantenerse en guardia ante personas peligrosas como Jasón. En el pasado, solía tener al Gigoló cerca para protegerla, pero eso fue antes.
—¡Adriana! Te busqué por todas partes. ¿Estás bien? —Olimpia la llamó con ansiedad.
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