—¿Por qué estás tan perdida?
Dante estaba un poco molesto cuando pellizcó la cara de Adriana. Pensó que ella debería haberse sentido conmovida por el gesto y con lágrimas en los ojos. En definitiva, esperaba un cálido abrazo y un beso apasionado.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread