Capítulo 457 Algo le pasó a Don Licano
Cuando Adriana se despertó, Dante ya no estaba a su lado. Al leer la nota bajo la lámpara, una sonrisa se dibujó en su rostro.
«¡Cerda! Acuérdate de desayunar cuando te despiertes. Hoy estaré ocupado y puede que vuelva a llegar tarde a casa. En cualquier caso, ¡volveré!». Firmó como «Gigoló», al igual que antes.
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