Capítulo 463 Rencor

Con la carta en la mano, Adriana salió a toda prisa. La abrió y la leyó al llegar a casa. «Miguel. Espero que esta carta te encuentre bien. Decidí escribirte porque no se me ocurre alguien más que pueda cuidar bien de Adriana. Vivimos en un mundo donde el perro se come al perro, y puede ser cruel. Por eso decidí alejar a Adriana del mundo de los negocios, pues quiero que tenga una vida sin preocupaciones, pero ya no puedo estar ahí para ella. Siempre te he apreciado mucho porque eres un hombre sencillo con un corazón puro. Por desgracia, no podemos controlar lo que siente alguien, como yo, el padre, no puedo evitar que Adriana se enamore de Héctor, aunque sabía que era una mala elección, no puedo ayudarla a tomar decisiones en la vida, tiene que experimentar ella misma y encontrar la mejor respuesta por sí misma. Sé que soy egoísta por pedirte ayuda, pero no tengo otras opciones. Por favor, cuida de Adriana en mi nombre. ¡Cuando esté en problemas, por favor, échale una mano! Ella es la única persona por la que más me preocupo. Tengo miedo de que gente como los Licano se aprovechen de ella cuando yo ya no esté. Espero que mi muerte ponga fin a toda la hostilidad y el resentimiento. No quiero que la generación más joven siga sufriendo. Es probable que me habré ido para cuando leas esta carta. Ten en cuenta que he decidido acabar con mi vida por voluntad propia y tengo que hacer esto para proteger a Adriana. Cuida bien de ella por mí, Miguel. Por favor, vigílala y asegúrate de que se mantenga alejada de la familia Licano para que pueda vivir una vida normal».