Capítulo 1442 Una pista
Cuando Dante se despertó a la mañana siguiente, Adriana ya se fue. Cuando tocó su almohada y el espacio a su lado, sin poder evitarlo, se sintió desolado. De repente, una sensación de vacío se introdujo en su corazón. Antes de darse cuenta, escuchó sonar su teléfono. Era un mensaje de Adriana:
—Marido, voy a subir al avión y volveré por la noche. Pórtate bien y descansa. Espera a que vuelva a casa.
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