Capítulo 879 Ver la verdad

Sonia no tenía nada. Todo lo que tenía con ella eran dos guardaespaldas cuyas habilidades eran solo promedio. No había forma de que pudieran ahuyentar a los hombres de Sara. Vio cómo el auto blindado les obligaba a acercarse al puente. «Una embestida más, y todos caeremos por la colina y en el río...». Sonia gritó desesperada: —¡Sara Licano, despreciable! Eres tan malvada. Un jeep apareció de repente en ese momento crucial. Apartó el auto blindado de su camino y lo obligó a girar un poco. Casi se cayó por la colina y apenas sobrevivió. Eso asustó al conductor y le obligó a alejarse. Sonia se agarró al reposabrazos y estaba tan asustada que jadeaba. Para entonces se había puesto pálida como un fantasma y sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Los dos guardaespaldas también estaban asustados, por lo que estaban desorientados. Fue entonces cuando alguien llamó a la ventana. Sonia se asomó antes de abrir la puerta deprisa.