Capítulo 669 Muerto hasta la médula

Mientras tanto, en la autopista, Dante se dirigía a toda velocidad hacia el aeropuerto. Sus ojos estaban demasiado rojos, como si los vasos sanguíneos de su interior estuvieran a punto de estallar. «Adriana, espérame… Voy por ti». Pronunció esas palabras en su cabeza una y otra vez. El mismo Hernán le dio la bebida y lo encerró en el sótano de su propia casa para asegurarse de que Cynthia pudiera ocupar el lugar de Adriana. Como resultado, estuvo inconsciente durante tres días enteros y, cuando despertó, las cosas dieron un giro irreversible. Todo lo relacionado con Adriana fue borrado y sustituido por información inventada sobre Cynthia. La noticia de que Cynthia se casaba con Dante también se dio a conocer en un anuncio oficial. Por supuesto, Dante perdió la cabeza cuando se enteró de la noticia. Sin embargo, estaba encerrado y no tenía medios para hacer nada al respecto. Hernán planeó retenerlo hasta que Adriana tomara el último frasco de antídoto al día siguiente y se marchara a un lugar donde Dante nunca pudiera encontrarla. Jamás le pasó por la cabeza que Adriana pudiera estar en peligro antes de que llegara el día siguiente. Incapaz de quedarse de brazos cruzados, Dante ideó una forma de escapar. Entonces robó el móvil de un guardaespaldas para ponerse en contacto con Bruno y Fabián. Al descubrir lo sucedido con Adriana, se apoderó de un auto en la calle por la fuerza y condujo hasta el aeropuerto como un auténtico maníaco. Por otro lado, Hernán también envió a sus hombres para que se apresuraran a ir al aeropuerto a detener a Dante. Al mismo tiempo, Sergio se puso en contacto con los corresponsales de la Familia Licano en la Nación T y les ordenó que fueran a Cedros para proteger a Adriana. Sin embargo, era demasiado tarde. A unos dos kilómetros de un hospital local en Cedros, un monstruoso todoterreno apareció de la nada y se estrelló directo contra la ambulancia en la que estaba Adriana.